lunes, 17 de septiembre de 2012

LA TEMPERANCIA REPORTE DE  LECTURA 


¿No sabéis -pregunta Pablo que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyera el templo de Dios, Dios le destruirá a él. Cada nervio y músculo, cada facultad mental y física debe ser guardada pura. La maldición del licor, con su mundo de pesar, está profanando el templo de Dios. . . . Por el uso de la bebida y el tabaco los hombres están envileciendo la vida que se les ha dado para altos y santos propósitos. El ebrio se vende a sí mismo por una copa de veneno. Satanás toma el dominio de su razón, sus afectos, su conciencia. Dios pide a sus hijos que vivan una vida pura y santa. Ha dado a su Hijo para que podamos alcanzar esta norma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario