LA TEMPERANCIA REPORTE DE LECTURA
¿No sabéis -pregunta Pablo que sois templo de Dios, y que
el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyera el templo de Dios,
Dios le destruirá a él. Cada nervio y músculo, cada facultad mental y física
debe ser guardada pura. La maldición del licor, con su mundo de pesar, está
profanando el templo de Dios. . . . Por el uso de la bebida y el tabaco los
hombres están envileciendo la vida que se les ha dado para altos y santos
propósitos. El ebrio se vende a sí mismo por una copa de veneno. Satanás toma
el dominio de su razón, sus afectos, su conciencia. Dios pide a sus hijos que
vivan una vida pura y santa. Ha dado a su Hijo para que podamos alcanzar esta
norma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario